El Proyecto The Decency Gap en el Peru!!!

 

 Population Research Institute nuevamente ha desenmascarado al lobby mundial del aborto. Esta vez ha sido revelando la verdadera naturaleza del Proyecto de Video multimedia denominado “The Decency Gap” (“la brecha de la decencia”) que buscaba desinformar usando los testimonios de líderes y organizaciones de defensa de la vida en América Latina, Europa, Asia y África. Carlos Polo, Director de la Oficina para América Latina del PRI, hizo público un video donde encara a la productora de este proyecto, la cineasta Eve Reinhardt, que se presentó fingiendo una supuesta imparcialidad para conseguir una entrevista y terminó siendo desenmascarada delante de cámaras.

“The Decency Gap” es un proyecto de más de 2 años de gestación y financiado por los mayores promotores mundiales del aborto. En su website, International Planned Parenthood, Marie Stopes International, Center for Reproductive Rights y PROMSEX (Perú) son reconocidas como guías e inspiración de todo el proyecto.

El proyecto está dirigido a terminar con la Política de Ciudad de México. Recordemos que esta política adoptada por el gobierno norteamericano prohibe financiar a las organizaciones que realizan abortos o promueven su legalización como método de planificación familiar. Por esa razón los grupos más radicales a favor del aborto han denominado a esta Política como “The Gag Global Rule” (“la ley global de la mordaza”).  Es decir, su objetivo perseguido es influenciar a la opinión pública norteamericana para recuperar los fondos de sus contribuyentes y utilizarlos en la industria del aborto internacional.

Con esta perspectiva, la supuesta imparcialidad periodística de Reinhardt en el tema del aborto es imposible. Su interés por contar con testimonios de líderes de defensa de la vida era más que sospechoso.

En esta empresa, Population Research Institute era un objetivo especial para Reinhardt ya que es la organización que con sus investigaciones de campo sobre abusos a los derechos humanos ha contribuido más que ninguna otra en el mundo a restringir fondos para la industria del aborto. La evidencia recopilada sobre la Política de un solo hijo en China y las esterilizaciones forzadas en Perú durante el gobierno de Fujimori son algunas de las acciones que han significado más de 500 millones de dólares de pérdidas al movimiento internacional pro aborto.

Ir por lana y salir trasquilado

“Fui contactado por Eve Reinhardt a fines del mes de Mayo. Se presentó como una cineasta independiente que venía al Perú y estaba interesada en el debate del aborto. Me escribió un correo electrónico diciéndome que Colin Mason, Director de Comunicaciones del Population Research Institute, le había dado mis datos y que estaba de acuerdo que se entreviste conmigo para el proyecto multimedia que estaba desarrollando. Me precisó que estaría en Cuzco y Lima del 1 al 10 de Junio y que le interesaba entender y profundizar el punto de vista de todos los actores en el debate del aborto.”

“En esos momentos, me encontraba de viaje en Uruguay y Argentina. Intercambiamos un par de correos electrónicos y llamadas de teléfono adicionales donde le repregunté por la entidad a la cual representaba. Reinhardt me respondió que ella trabajaba con un grupo de artistas y productores independientes en este proyecto, y que era completamente imparcial en el tema dado que su interés era registrar ambos lados del debate. Añadió también algunas frases melosas sobre la importancia del Population Research Institute en el tema y mencionó que ya había entrevistado a Obispos y líderes pro vida aquí en el Perú. Asimismo, me aseguró que no existía ninguna intención de dejar mal a ninguna persona o institución.”

Pero…¡Qué abismal diferencia había entre lo que decía Reinhardt y lo que en realidad estaba detrás de su proyecto! The Decency Gap (www.thedecencygap.org)

La única verdad del discurso de Reinhardt era que efectivamente se trataba de un proyecto multimedia. Un proyecto de más de dos años iniciado el 2006 que llevaría a Reinhardt por Asia, África, América Latina, Estados Unidos e Inglaterra para conseguir testimonios, fotos y material fílmico con el propósito de terminar con la Política de Ciudad de México. Reinhardt pensó en todo momento que ese discurso le alcanzaría para poder recoger y luego editar los testimonios que solventarían la opinión de que Estados Unidos debería volver a financiar por ejemplo al Fondo de Naciones Unidas para Actividades en Población – UNFPA. Como es sabido, la contundente evidencia presentada por Population Research Institute en el Congreso de EE.UU. demostró que UNFPA colaboró decididamente en la realización de la Política de un solo hijo en China que incluía abortos y esterilizaciones forzadas a mujeres pobres

Eve Reinhardt sabía muy bien que Population Research Institute debía estar en su Proyecto Multimedia o se perdería algo importante en su discurso a la clase política norteamericana. Y asumió el riesgo.

“La cita que me dio Reinhardt fue concertada en un café del barrio limeño de Miraflores. Fui acompañado de un camarógrafo sobre el cual no me dijo nada. Reinhardt a su vez estaba acompañada de su traductora y una camarógrafa. Me pidió amablemente que la acompañara al lobby de su hotel que quedaba a unos 100 metros de ahí y en el camino hizo lo que ella pensaba un interrogatorio preliminar acerca de mi viaje a Uruguay y Argentina y sobre los proyectos que ahora me ocupaban.”

Radiografía del Video y las mentiras de Reinhardt

Primera Mentira:
Al preguntarle a Reinhardt sobre el objetivo de su proyecto, ella insistió como en todas sus comunicaciones previas en decir que se trataba de una cobertura imparcial del debate sobre el aborto.

Segunda Mentira:
Cuando se le preguntó por el nombre de su proyecto, Reinhardt dijo que no lo sabía todavía y que en dos años más se determinaría el nombre. En ese momento fue que se le mostró las fotocopias de su website “The Decency Gap” diciéndole que no era decente lo que hacía. O sea, decir que era imparcial. Ya que ni siquiera algo parcial sino totalmente radical a favor del aborto.

Tercera Mentira:
Reinhardt sólo atinó a decir que ese website era viejo. (Cabe resaltar que no dijo que era falso, no dijo que no pertenecía a ese proyecto, seguramente porque estaba muy sorprendida). Sin embargo, en una parte del website, la Reinhardt cuenta con fecha de Junio 2008 que viene a Lima y Cuzco y pide colaboraciones y pone como contacto su coreo electrónico con dominio thedecencygap.org http://www.thedecencygap.org/project_development.html Apretando el botón “Contact us”, uno accede al correo electrónico referido.

Cuarta Mentira:
Al verse descubierta de una manera tan vergonzosa, dijo que sólo quería disminuir el número de abortos y que menos mujeres mueran repitiendo el argumento feminista escrito en la página inicial de su website. Este argumento falaz es el que repiten los más radicales grupos pro aborto y transparenta la verdadera identidad de Reinhardt. Finalmente se le puntualizó que tampoco era decente matar niños ni venir a cambiar las leyes de un país que no es el suyo.

Population Research Institute lanza alerta internacional

Este proyecto tiene una alta sofisticación y entraña un grave peligro. Está dirigido a alimentar el motor de la mayoría de las organizaciones militantes por la legalización del aborto: el dinero. Por otro lado el proyecto intenta presentar a las más altas autoridades políticas de EEUU como “objetiva” un discurso radical. Ellos catalogan a la Política de Ciudad de México como una mordaza porque los obliga a acallar sus verdaderas intenciones. Aquellas que no serían políticamente correctas ni siquiera en EEUU donde el aborto es legal. Para ello no han escatimado en engañar y disfrazarse para conseguir testimonios de grupos de defensa de la vida.

El mismo nombre del Proyecto ha sido escogido cuidadosamente para engañar a las personas comunes. Pero es muy revelador para quienes seguimos de cerca estos asuntos. El Término “The Decency Gap” (la brecha de la decencia) fue acuñado por Poul Neilson, tal como se explica en una de las páginas internas y todavía activas del website del Proyecto. Neilson, comisionado de la Unión Europea para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria, anunció que la Unión Europea llenaría la brecha que habían dejado los 34 millones de dólares recortados por Estados Unidos al Fondo de Actividades en Población de Naciones Unidas – UNFPA. Este fue un durísimo golpe dirigido directamente al mayor proveedor de abortos y control natal en más de 140 países.

El Proyecto “The Decency Gap” estaría intentando darse una imagen neutra para continuar en su propósito de desinformar sobre la realidad del aborto. Luego de que fuera puesta de conocimiento público la verdadera naturaleza del Proyecto, retiraron la página inicial de su website y la reemplazaron por un cartel de fondo donde sólo aparece el nombre del Proyecto. Sin embargo, el resto de la información sigue siendo de acceso público y puede ser visto a través de http://www.thedecencygap.org/issue.html.

“Hasta hace muy poco la página inicial se refería a la Política de Ciudad de México como la Ley de la Mordaza Global, haciendo eco a los grupos más radicales a favor del aborto. En otras palabras, la intención de “The Decency Gap” es devolverle los fondos norteamericanos, y el respaldo político que esto conlleva, a todas las organizaciones que realizan o promueven la legalización de la matanza de niños por nacer alrededor del mundo. Se trata de dinero, no de arte. Se trata de matar niños inocentes y no de salvar mujeres. Llamar “decencia” a conseguir dinero de contribuyentes mintiendo y encima conducirlo a matar niños por nacer es propio de un arte pervertido.”

“No creo que todo este conglomerado de la muerte pueda esconderse tras la apariencia de un grupo de artistas supuestamente imparciales. No se puede tapar el sol con un dedo, ni esconder la opción abortista cambiando la página inicial del website de un proyecto de esta naturaleza.”

Escrito por: Carlos Polo – Director de la Oficina para América Latina del Population Research Institute

¿Porque existe una coalicion de Boicot contra las Olimpiadas de Beiging?

 

 

En 1974, el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió realizar los XXII Juegos Olímpicos en Moscú, capital de lo que era entonces la Unión Soviética. Como todos recuerdan Estados Unidos dirigió un boicot masivo a esas Olimpiadas en protesta y enérgico rechazo a la inhumana política de la Unión Soviética sobre Afganistán y a la negativa de dejar que población judía con nacionalidad rusa emigre a Israel.

62 países se unieron a ese boicot al mismo tiempo que los satélites soviéticos enfilaban hacia Moscú a regañadientes junto con equipos de las naciones que no deseaban ofender a los jefes del Kremlin. Aquellos países que no concurrieron a Moscú organizaron paralelamente los llamados “Freedom Games” (“Juegos de la Libertad”). Por supuesto, los soviéticos se vengaron años después boicoteando los juegos de Los Ángeles en 1984 pero solo lograron obligar a 14 países a que se les unieran. 

Con el transcurso de los años, los norteamericanos parecen haber perdido esa audacia internacional. Cuando el COI decidió esta vez darle el privilegio Olímpico a una nación como la República Popular de China, conocida alrededor del mundo por la opresión y corrupción, la respuesta de los Estados Unidos no fue tan indignante, sino más bien un débil consentimiento. El Presidente Bush ha anunciado que se está dirigiendo a Beijing para participar en la ceremonia de apertura.  Aunque promete plantear el tema de la libertad religiosa en privado, su presencia en el estrado constituirá un aval al gobierno actual que tendrá como testigo al mundo entero.

Los abusos a los derechos humanos cometidos día a día por el Régimen de Beijing en contra de su propia gente, no son solamente  despiadados con éstos, reflejan también una sistemática agresión a la dignidad humana y a los derechos básicos del hombre, que los norteamericanos siempre han defendido en el pasado. Hoy lamentablemente callan y su silencio otorga.

Algunos ejemplos de estas violaciones a los derechos humanos son:

  • Desde los fines de los 70s, China ha aplicado la política de un solo hijo, férreamente aplicada por oficiales del gobierno a través de cuotas, abortos y esterilizaciones forzados.  La investigación de Population Research Institute ha demostrado que esta política ha derivado en incontables muertes maternas, infanticidios y devastadores desequilibrios en la composición por sexos de la población.
  • El derecho a la libertad de expresión no se respeta. El gobierno chino mantiene a miles de prisioneros políticos sin acusarlos o enjuiciarlos, incluyendo activistas democráticos, abogados, defensores de los derechos humanos, líderes religiosos, periodistas y sindicalistas.  El Internet en china se encuentra vigilado y las ideas que discrepan con la línea partidaria del Comunismo son censuradas. Aquellos que las promueven son ubicados y castigados.
  • La libertad religiosa ha sido sistemáticamente negada a la población china. Grupos religiosos como el Falun Gong han sido sujetos de persecución, tortura, encarcelamiento y muerte.  El Catolicismo y otras formas de Cristianismo son reprimidos, y los fieles son obligados a asistir a iglesias oficiales, aprobadas por el Estado.  Son muchas las iglesias clandestinas, arriesgándose al encarcelamiento o situaciones peores.  Además, grupos étnicos como los Tibetanos son oprimidos y perseguidos rutinariamente.
  • Los derechos de los trabajadores no son respetados.  Millones de trabajadores chinos están siendo sujetos a trabajos en condiciones inhumanas e insalubres, así como a horas extras sin la más pequeña compensación. De acuerdo a un Reporte en el 2007, emitido por el Comité Nacional Laboral, a los trabajadores de la Factoría de Metal Kaisi se les pagó US$ 24.33 por 77 horas de trabajo a la semana. En fábricas como ésta, si uno de ellos sufre heridas o muere, sólo se les paga una muy pequeña compensación o a veces nada.

Por supuesto esto no es un “record” que los haga merecedores de organizar los Juegos Olímpicos.

Frente a ello, los defensores de las Olimpiadas de Beijing argumentan que permitir a China ser el anfitrión de los juegos, la transformará.  Ayudará a que supere la triste realidad actual que los cataloga como uno de los más importantes violadores a los derechos humanos, y los convierta en un país que respete los estándares internacionales de los derechos humanos.  El mismo régimen de Beijing ha prometido mejorar su historial de derechos humanos.

No obstante, los hechos no se condicen con estos bellos propósitos. En su lugar, en las actividades previas a las Olimpiadas abundan los abusos de un régimen que busca sofocar todo desacuerdo antes de la llegada de millares de periodistas extranjeros y turistas. Con toda seguridad, los Juegos Olímpicos sólo servirán para darle credibilidad a un régimen corrupto y envalentonar a un partido dictatorial que muy rápidamente se esta convirtiendo en una superpotencia mundial.  Los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 no van a significar ninguna mejora significativa en las condiciones de China. Mas bien  servirá como fiesta inaugural de la actual dictadura, un relanzamiento de su imagen a nivel internacional, tratando de echar al olvido la Masacre de Tienanmen de 1989 de una vez por todas (como desde hace tiempo esperan sus líderes).

Es por estas razones que Population Research Institute se ha unido a muchas organizaciones que forman la coalición de boicot a los Juegos de Beijing. Invitamos a activistas y grupos de toda condición, credo o formación que esté de acuerdo en que  las actuales violaciones a los derechos humanos de China deben parar. Únanse a nosotros. Alce su voz de protesta. Nuestra esperanza es que se entienda que la aprobación de la comunidad internacional a China, no viene por ser anfitrión de unos Juegos Olímpicos. Más bien, esta aprobación debería otorgarse en el momento en que los ciudadanos chinos puedan decir libre y orgullosamente que viven en libertad y que ellos también disfrutan de los irrenunciables derechos a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad.

Si China no respeta los derechos humanos y empieza por su propia gente, hablar de espíritu olímpico resulta hipócrita.

Escrito por: Colin Mason- Director de Comunicaciones de Population Research Institute